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Los coruñeses tienen fama de vivir bien, así que sigue sus costumbres. Siéntate en una terraza en la Plaza de María Pita y descubre su apasionante historia o pasea por sus playas en pleno centro y, presidido por la Torre de Hércules, un largo Paseo Marítimo que la rodea casi por completo.. O pasea por los Cantones y admira sus famosas galerías de cristal de estilo modernista.
El origen se supone romano. Por un lado la posible evolución desde el latín acrunia = Península, que pasaría como falso artículo a Crunia > la Crunia. En tiempos de Fernando II de León (siglo XII) aparece documentado el topónimo Crunia; en escritos en gallego de mediado del siglo XIII ya se recogen las formas á Crunia y da Crunia13o da Cruna (1257);14 en un escrito de 1262 aparece en un escrito La Crunia.15 Los nombres Curunia, Crunnia y Crunna son frecuentes en el medievo.
Podrás encontrar varios museos como el museo de Bellas Artes, la Casa de las Ciencias, el Domus o el Arqueológico, en el Castillo de San Antón. Y al atardecer, nada como el acogedor y romántico Jardín de San Carlos o si prefieres animación, los Jardines de Méndez Núñez, en pleno centro. Aquí está el Kiosko Alfonso, hoy sala de exposiciones y antes un cine con dos salas divididas por la pantalla, de modo que se pagaba una entrada más barata... viendo la película por detrás..
Torre de Hércules
La Torre es obra de principios del s. II del arquitecto de Coimbra Cayo Sevio Lupo. Presenta el aspecto exterior que en 1791 le otorgó la reforma de los ingenieros E. Giannini (autor de los planos) y J. Elejalde.
Una de las experiencias más inolvidables que el visitante puede llevarse de A Coruña, y de Galicia, es la contemplación de un atardecer desde la Torre de Hércules.
El sol va desapareciendo en el Finisterrae atlántico, con un paisaje de sueño, delante del único faro romano del mundo aún en funcionamiento.
Lo acompaña un parque escultórico con figuras que representan los orígenes legendarios de la torre y de la ciudad: Ártabros, de Arturo Andrade; Breogán, de Xosé Cid; Caronte, de Ramón Conde; Hércules y Gerión, de Tim Behrens y José Espora; y el bosque de menhires de Manolo Paz.
Galerías de La Coruña
Son balcones cerrados con carpintería de madera pintada de blanco y con una gran superficie de vidrio que funcionan como miraderos y que son características de las viviendas de la avenida de la Marina de La Coruña.
Las galerías son, en verdad, las fachadas posteriores de las casas. Datan del siglo XIX y tienen su origen en la aparición del mercado de vidrio plano y cortado, fabricado inicialmente en Real Sitio de San Ildefonso (Segovia).
Llegaron primero a Ferrol para acristalar las popas de los galeones a mediados del siglo XVIII y se aprovecharon para cerrar las viviendas de Ferrol, Puentedeume, Betanzos y La Coruña. El propósito era el de permitir que entrase la luz del sol en el interior de las viviendas evitando la lluvia. También existen balcones de hierro de forja y de fundición.
Curiosamente, en 1875 el arquitecto municipal elaboró un informe negativo en el que acusaba de ridículo el exceso de cristal y afirmaba que las fachadas perdían belleza y sorprendían desagradablemente a los visitantes.
Las primeras galerías fueron diseñadas por el maestro de obras Gabriel Vitini Alonso, autor de alguna de las construcciones domésticas con diseño más afortunado de la ciudad, como los números 33-35 y 25-27 de la calle Riego de Agua, que iniciaron la serie de características galerías acristaladas hacia la Marina.
Castillo de San Antón
El castillo de San Antón es un castillo del siglo XVI que formó parte, junto con el Castillo de Santa Cruz y el Castillo de San Diego, de una red estratégica de castillos y baterías para defender la ciudad de La Coruña.
Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1949 y desde 1994 ha pasado a ser considerado como un Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. Desde su inauguración en 1968, alberga el Museo Arqueológico e Histórico de La Coruña
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