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Al norte de Tenerife se encuentra el Parque Rural de Anaga, declarado Reserva de la Biosfera, que ha conseguido conservar sus valores naturales de manera excepcional. Posee una bellísima y abrupta cordillera de cumbres recortadas con profundos valles y barrancos que descienden hasta el mar, formando numerosas playas
Impresionan sus montañas elevadas sobre la costa, resultando atractiva y singular en una isla.
Destacan las formaciones geológicas como los roques (son antiguas chimeneas volcánicas), acantilados y los escarpadísimos barrancos. Una característica probable en la zona, es el mar de nubes que casi siempre te encontrarás a poco que te eleves. a las zonas más altas.
Encontrarás la mejor representación de laurisilva de todo Tenerife. Se trata, nada menos, que de un fósil viviente, una reliquia que ha sobrevivido desde hace 40 millones de años. Pasear entre los troncos retorcidos y llenos de musgo de esta húmeda selva, equivale a hacer un viaje en el tiempo.
El macizo de Anaga es una de las áreas geológicamente más antiguas de Tenerife y eso, junto a las diferencias de altitud, de clima y de suelo, permiten una enorme variedad biológica pese a lo reducido de su superficie. Están representados prácticamente todos los ecosistemas de la isla, salvo el de alta montaña. Podemos encontrar vegetación costera, zonas de cardonal-tabaibal, dragos y palmeras canarias. Entre la fauna los destacados son los invertebrados, con un centenar de especies únicas en el mundo.
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