Contenidos del artículo
Terminamos nuestra ruta por la provincia de Cádiz, en el pueblo blanco gaditano de Setenil de las Bodegas. Es el lugar perfecto para piérdete por sus cuevas y las calles del entramado urbano, incrustado literalmente en el cañón del Río Guadalporcún, forjador de este entorno único.No te dejará indiferente por la importancia de su patrimonio, rústica belleza de su arquitectura popular de casas literalmente incrustadas en la roca e incluso la singularidad de sus calles bajo la roca. Tuvimos la oportunidad de visitar una de estas casas, literalmente excavada en la roca, a la que se accede por una estrecha y empinada callejuela.Visitamos la exposición de la Casa de la Damita, donde destaca la que le da nombre a la exposición, la Damita de Setenil de las Bodegas, una pequeña venus con más de cinco mil años de antigüedad.También pueden verse algunos restos de lápidas nazaríes del siglo XIII y XIV. Al encontrarte en la parte alta del pueblo podrás ver unas maravillosas vistas.De Setenil, el poeta Gerardo Diego (Santander, 1896 - Madrid, 1987) escribió:- Setenil de las Bodegas,donde el cielo es de Roca,y el silencio de sueño de piqueta -
0 Comentarios