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Situadas en las estribaciones más occidentales de los páramos de La Lora, las Tuerces configuran un peculiar enclave paisajístico, resultado de los activos procesos de disolución llevados a cabo por la erosión de origen kárstico en las rocas calizas del Cretácico Superior.
Forman un auténtico laberinto de grandes bloques de formas caprichosas. Gigantescas setas pétreas, puentes y arcos naturales, cerrados callejones y umbrías covachuelas dan lugar a un encantado paisaje que invita al tranquilo paseo y a la contemplación.
El punto de salida es el parking de Villaescusa de las Torres y base de interpretación acondicionados junto a puente, antes de entrar en la población.
La senda alcanza una distancia de 2 Km, realizable en un tiempo estimado 1 h más paradas que haremos en su recorrido.
Es una senda casi circular de baja dificultad que podemos hacer en familia durante todo el año, aunque debemos equiparnos con calzado adecuado para montaña, dada su orografía.
Este recorrido por las proximidades de Villaescusa de las Torres, pone de manifiesto la importancia que tiene el tiempo en geología. Así recorreremos los enclaves que explican el paso del tiempo, permitiendo conocer los cambios producidos en los sedimentos de cada periodo.
Partimos de un medio continental fluvial, luego pasa a ser marino y posteriormente afectados por pequeños ciclos de mayor o menor somatización.
La última estación del recorrido hace referencia al plegamiento y posterior erosión de los materiales, que dan como resultado la geomorfología tan característica de Las Tuerces, dando lugar a una pequeña ciudad encantada, compuesta por laberintos, callejones, cuevas, oquedales, mesas, grandes setas de piedra y demás estructuras geomorfológicas curiosas.
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