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Los habitantes de Castrillo de los Polvazares fueron tradicionalmente arrieros maragatos. Estos comerciantes traficaban con vinos, pescados, y muchos otros bienes.
Las casas, llamadas casas arrieras, están estructuradas en función de esa actividad, existiendo grandes puertas para el paso de carros, patios interiores que son el centro de organización de la casa, cuadras, y algunas grandes bodegas.
Castrillo es lo que Santillana del Mar a Cantabria, son pueblos para mirar y admirar. Sus casas teñidas con la tierra ocre, el color del óxido de hierro impregnado en sus piedras. Color que cambia e intensifica según la estación de año y las condiciones meteorológicas.
Nosotros lo visitamos una tarde de lluvia, por eso las fotografías tienen ese color tan intenso.
El pueblo originalmente se encontraba en una ubicación distinta. Fue destruido por unas riadas, y se reconstruyó en el siglo XVI en su emplazamiento actual.
Los arrieros maragatos gozaron de gran poder e influencia en la zona entre los siglos XVI y XIX.
La comarca maragata está situada en un punto estratégico en las comunicaciones del interior de la península y Galicia. La propia Astorga está hoy situada en medio de la nacional VI.
Los maragatos transportaban al interior salazones de pescado traídos de la costa gallega, y al volver a su tierra cargaban con embutidos y productos de secano. La decadencia de esta profesión comenzó con la llegada del ferrocarril a Astorga en 1866.
De entre la variada gastronomía de la zona, es sin duda destacable el cocido maragato. Se trata de un cocido que tradicionalmente alimentaba a los trabajadores del campo en una sola comida para un duro día de trabajo.
El Cocido Maragato consta básicamente de los elementos del campo, sopa, berza, garbanzos y siete tipos de carnes.
Se trata de un plato muy celebrado en Astorga o los pueblos de su comarca como Castrillo de los Polvazares, Santiago Millas o Santa Colomba de Somoza.
Una de las características más resaltadas de este cocido es que, en los tres vuelcos, se sirve 'al revés', de forma que primero van las carnes del cocido, luego las verduras, y se acaba con la sopa.
La razón que nos explicaron cuando lo degustamos, es que los arrieros podrían ser llamados a realizar un porte en cualquier momento y tenían que alimentarse en una comida para todo el día. Por lo tanto debían tomar primero los alimentos más nutritivos, por si tenían que levantarse sin terminar los tres vuelcos.
Otro producto gastronómico propio de la comarca es la cecina: allí se produce la mayor parte de las englobadas bajo la denominaciones de cecina de León.
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