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La Cueva de Benagil es uno de los lugares naturales más impresionantes y famosos de Portugal.
Se trata de una notable gruta con un agujero en el techo conocido como el ojo, que calienta las arenas doradas y las aguas turquesas con la luz del sol y permite ver el cielo azul a través de él.
La Playa de Benagil surge en el fondo de un profundo valle y se encuentra cerca del puerto pesquero de Benagil, en Lagoa, el Algarve.
El acceso a esta playa desemboca en la zona reservada para las embarcaciones de pesca artesanal, con las cuales también se realizan excursiones a las grutas marinas y a las playas paradisíacas más inaccesibles de la región.
Tras los coloridos barcos el arenal se extiende hacia el este hasta llegar a un imponente acantilado de tonos ocres en cuyas paredes se pueden observar fósiles marinos.
En esta playa se pueden ver los exóticos modelados rocosos típicos de esta zona de la costa algarvia, así como numerosas grutas y cuevas.
Muy cerca en estos acantilados, se encuentra la famosa
Cueva de Benagil, icono del Algarve portugués, por lo que
la visita a la playa y cueva es obligada.
El mejor momento para visitar la playa y la famosa
Cueva de Benagil es durante la primavera y el otoño, ya que las multitudes no serán tan abrumadoras como en pleno verano.
Otra opción para ver la cueva marina de Benagil es tomar una tabla de remo o kayak por su cuenta o en alquilarla en la misma playa de Benagil.
La última opción no aconsejable, es nadar los 200 metros desde la playa hasta la cueva. Solo para nadadores experimentados ya que las corrientes en el área pueden ser fuertes, las olas pueden ser altas y las condiciones pueden cambiar inesperadamente.
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