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Mota del Cuervo o El balcón de La Mancha por su situación sobre una loma y sus molinos, es cruce de caminos, lugar de artesanía, campos de agricultura y su enclave histórico que definen su identidad manchega.
Mota del Cuervo es, por supuesto, el conjunto de molinos de viento que sobre el cerro vigilan la llanura y que merecen paseo, visita y visita aparte al Centro de Interpretación y Museo de la Molienda..
En las construcciones civiles destacan el Hospital de los Pobres, referente del Camino y de factura del siglo XVI. La plaza del Mercado o del Coso, del siglo XV, que destaca por su ambivalencia de comercio y sede taurina de la localidad. La Tercia, de función fiscal, data también del siglo XV. El Ayuntamiento se aloja en el antiguo convento de los franciscanos. Sus múltiples casonas señoriales dan muestra de la actividad y la importancia secular del lugar, como la casa de los Condes de Campillo.
En la arquitectura religiosa destaca el convento de los Trinitarios, la iglesia de San Miguel o las ermitas de Santa Ana, Nuestra Señora del Valle o de Manjavacas.
Dentro de la arquitectura industrial el barrio de las cantarerías refleja la actividad y la tradición alfarera, que es uno de los atractivos de la villa. El Pozo de las Nieves, bien conservado en las afueras del pueblo.
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