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Hay una carretera que sube a lo alto de un puerto, que cuando llegas se abre un paisaje único; prados alpinos con pequeñas cabañas de madera, las paredes rocosas de los Dolomitas como telón de fondo y a tu lado el pico del Nuvolau como imperioso guardián en lo más alto. Justo cuando ya le ves a tu altura, sabes que has llegado a los 2305 metros de altitud en el encantador Passo Giau.Pero para subir, atravesarás una serpiente de curvas cerradas (exactamente 29 porque están numeradas) que conducen a lo que se describe como la panorámica de carretera más bella de los Dolomitas. Esta subida es también una de las más famosas del Giro d’Italia, pero conducir por este puerto es toda una experiencia con cualquier medio de transporte.Por si fuera poco, estar ahí desde el atardecer hasta el amanecer del día siguiente y pernoctar bajo las estrellas como única luz en el cielo, lo hace más especial todavía.
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