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Cuando llegamos de nuestra ruta Suiza a Bellinzona, después de bajar el San Gotardo por la Tremola, te dás cuenta enseguida de que es la ciudad más italiana de toda Suiza.Cuando la paseas, enseguida te das cuenta de su majestuosidad y de que es tambien muy acogedora. Solo pararte a tmar un Cafe Fredo en una terraza, como llaman allí al café con hielo, enseguida percibes el caráctaer italiano de sus habitantes.De su casco histórico esta plagado de plazas acogedoras, palacios restaurados y calles empedrados, destaca la iglesia Santa Maria delle Grazie, con sus grades frescos renacentistas, y como no, la fortaleza del siglo XV, muy bien conservada, que es Patrimonio de la Unesco y uno de sus principales atracciones de visita imprescindible.Pero no solo se percibe su carácter italiano por su arquitectura y gentes, si no que aquí los precios han vuelto a la "normalidad", porque comparados a los españones, nos parecen ya hasta más económicos.
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