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La aldea de Menez-Ham se asienta sobre dunas llenas de vegetación en un ambiente único, en el corazón del denominado Pays Pagan. Protegido tras unos enormes peñascos de piedra con formas extrañas, este pueblo de pescadores con techos de chamizo conserva el encanto de antaño.Esta protegida de los vientos marinos tras unos enormes peñascos con formas extrañas.Fue un pueblo de pescadores con techos de chamizo que conserva el encanto de antaño.Hay una antiguo puesto de guardia (s. XVII) camuflado entre dos peñascos, donde se narra la trajedia sufrida en el lugar durante la II Guerra mundial.En una visita a la Bretaña no puede faltar un paseo por esta costa y sus imponentes rocas.
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